sábado, 4 de diciembre de 2010

Sucede que me canso de mi piel y de mi cara.

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
Navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.


-Pablo Neruda

jueves, 18 de noviembre de 2010

Poemo.

Me asomé a la balcona
y contemplé la ciela
poblada por los estrellos.

Sentí fría en mi caro,
me froté los monos
y me puse la abriga
y pensé: qué ideo,
qué ideo tan negro.
Diosa mía, exclamé:
qué oscuro es el nocho
y que sólo mi almo
y perdido entre las vientas
y entre las fuegas,
entre los rejos.
El vido nos traiciona,
mi cabezo se pierde,
qué triste el aventuro
de vivir. Y estuvo a punto
de tirarme a la vacía...
Qué poemo.
Y con lágrimas en las ojas
me metí en el camo.
A ver, pensé, si las sueñas
o los fantasmos
me centran la pensamienta
y olvido que la munda
no es como la vemos
y que todo es un farso
y que el vido es el muerto,
un tragedio.
Tras toda, nado.
Vivir. Morir:
qué mierdo.



-Jesús Lizano

domingo, 24 de octubre de 2010

La mujer ROTA

Es quizá durante esos instantes, cuando lo veo alejarse, en los que él para mí existe con la más trastornadora evidencia; la alta silueta se empequeñece, dibujando a cada paso el camino de su regreso; desaparece, la calle parece vacía pero en realidad se trata de un campo de fuerzas que lo conducirá otra vez hacia mí como a su sitio natural; esta certidumbre me conmueve aún más que su presencia.

"La tristeza, uno puede llorarla. Pero la impaciencia de la alegría no es fácil de conjurar".
-Simone De Beauvoir.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Un clásico.


- Ahora te diré la respuesta a mi pregunta. Se trata de esto: el Partido quiere tener el poder por amor al poder mismo. No nos interesa el bienestar de los demás; sólo nos interesa el poder. No la riqueza ni el lujo, ni la longevidad ni la felicidad; sólo el poder, el poder puro. Ahora comprenderás lo que significa el poder puro. Somos diferentes de todas las oligarquías del pasado porque sabemos lo que estamos haciendo. Todos los demás, incluso los que se parecían a nosotros, eran cobardes e hipócritas. Los nazis alemanes y los comunistas rusos se acercaban mucho a nosotros por sus métodos, pero nunca tuvieron el valor de reconocer sus propios motivos. Pretendían, y quizá lo creían sinceramente, que se habían apoderado de los mandos contra su voluntad y para un tiempo limitado y que a la vuelta de la esquina, como quien dice, había un paraíso donde todos los seres humanos serían libres e iguales. Nosotros no somos así. Sabemos que nadie se apodera del mando con la intención de dejarlo. El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura. El objeto de la persecución no es más que la persecución misma. La tortura sólo tiene como finalidad la misma tortura. Y el objeto del poder no es más que el poder. ¿Empiezas a entenderme?


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- Odio la pureza, odio la bondad. No quiero que exista ninguna virtud en ninguna parte. Quiero que todo el mundo esté corrompido hasta los huesos.


-George Orwell.

sábado, 16 de octubre de 2010

¡Rediós!

Llueve a ratos, y Madrid está frío y desapacible. Pasan paraguas al otro lado del escaparate de la librería de mi amigo Antonio Méndez, el librero de la calle Mayor. Estamos allí de charla, fumando un pitillo rodeados de libros mientras Alberto, el empleado flaco, alto y tranquilo, que no ha leído una novela mía en su vida ni piensa hacerlo -«ni falta que me hace», suele gruñirme el cabrón- ordena las últimas novedades. En ésas entra un chico joven con una mochila a la espalda, y se queda un poco aparte, el aire tímido, esperando a que Antonio y yo hagamos una pausa en la conversación.

Al fin, en voz muy baja, le pregunta a Antonio si puede dejarle un currículum. Claro, responde el librero. Déjamelo. Y entonces el chico saca de la mochila un mazo de folios, cada uno con su foto de carnet grapada, y le entrega uno. Muchas gracias, murmura, con la misma timidez de antes.

Si alguna vez tiene trabajo para mí, empieza a decir. Luego se calla. Sonríe un poco, lo mete todo de nuevo en la mochila y sale a la calle, bajo la lluvia.

Antonio me mira, grave. Vienen por docenas, dice. Chicos y chicas jóvenes. Cada uno con su currículum. Y no puedes imaginarte de qué nivel. Licenciados en esto y aquello, cursos en el extranjero, idiomas. Y ya ves. Hay que joderse.

Le cojo el folio de la mano. Fulano de Tal, nacido en 1976. Licenciado en Historia, cursos de esto y lo otro en París y en Italia. Tres idiomas. Lugares, empresas, fechas. Cuento hasta siete trabajos basura, de ésos de tres o seis meses y luego a la calle. Miro la foto de carnet: un apunte de sonrisa, mirada confiada, tal vez de esperanza. Luego echo un vistazo al otro lado del escaparate, pero el joven ha desaparecido ya entre los paraguas, bajo la lluvia.

Estará, supongo, entrando en otras tiendas, en otras librerías o en donde sea, sacando su conmovedor currículum de la mochila. Le devuelvo el papel a Antonio, que se encoge de hombros, impotente, y lo guarda en un cajón.

Él mismo tuvo que despedir hace poco a un empleado, incapaz de pagar dos sueldos tal y como está el patio. Antes de que cierre el cajón, alcanzo a ver más fotos de carnet grapadas a folios:

chicos y chicas jóvenes con la misma mirada y la misma sonrisa a punto de borrárseles de la boca. España va bien y todo eso, me digo. La puta España. De pronto la tristeza se me desliza dentro como gotas frías, y el día se vuelve más desapacible y gris. Qué estamos haciendo con ellos, Maldita sea. Con estos chicos.

Antonio me mira y enciende otro cigarrillo. Sé que piensa lo mismo. En qué estamos convirtiendo a todos esos jóvenes de la mochila, que tras la ilusión de unos estudios y una carrera, tras los sueños y el esfuerzo, se ven recorriendo la calle repartiendo currículum en los que dejan los últimos restos de esperanza Licenciados en Historia o en lo que sea, ocho años de EGB, cinco de formación profesional, cursos, sacríficios personales y familiares para aprender idiomas en academias que quiebran y te dejan tirado tras pagar la matrícula. Indefensión, trampas, ratoneras sin salida, empresarios sin escrúpulos que te exprimen antes de devolverte a la calle, políticos que miran hacia otro lado o lo adornan de bonito, sindicatos con más demagogia y apoltronamiento que vergüenza. Trabajos basura, desempleos basura, currículums basura. Y cuando el milagro se produce, es con la exigencia de que estés dispuesto a todo: puta de taller, puta de empresa, boca cerrada para sobrevivir hasta que te echen; y si tienes buen culo, a ser posible, deja que el jefe te lo sobe. Aún así, chaval, chavala, tienes que dar las gracias por los cambios de turno arbitrarios, los fines de semana trabajados, las seiscientas horas extras al año de las que sólo ochenta figuran como tales en la nómina. Y si encima pretendes mantener una familia y pagar un piso date con un canto en los dientes de que no te sodomicen gratis. Flexibilidad laboral, lo llaman. Y gracias a la flexibilidad de los cojones se han generado, dice el portavoz gubernamental de turno tropecientos mil empleos más, y somos luz y fan de Europa. Guau. Gracias a eso, también, un chaval de veintipocos años puede disfrutar de la excitante experiencia de conocer ocho empleos de chichinabo en tres o cuatro años, y al cabo verse en la calle con la mochila, buscándose la vida bajo la lluvia.

Partiendo una y otra vez de cero. Flexibilidad laboral. Rediós. Cuánto eufemismo y cuánta mierda. A ver qué pasa cuando, de tanto flexionarlo, se rompa el tinglado y se vaya todo al carajo, y en vez de currículums lo que ese chico lleve en la mochila sean cócteles molotov.

-Arturo Pérez-Reverte:

miércoles, 13 de octubre de 2010

El guardián entre el centeno

Este trocito de "El guardián entre el centeno" me recuerda mucho a una conversación que tuve, hace tiempo, con mi padre. Creo que es uno de los fragmentos que más veces he leído (casi puedo recitarlo de memoria); en primer lugar, porque me encantaría mantener una conversación parecida alguna vez con alguien, y no ser yo la que bostece; y, en segundo lugar, porque es la razón más convincente que he oído -quizá la única que podría valerme- para centrarme seriamente y con buen humor en mis estudios. Y... tener una razón, para lo que sea, siempre anima.


—Y sé que esto no va a gustarte nada —continuó—, pero en cuanto descubras qué es lo que quieres, lo primero que tendrás que hacer será tomarte en serio el colegio. No te quedará otro remedio. Te guste o no, lo cierto es que eres estudiante. Amas el conocimiento. Y creo que una vez que hayas dejado atrás las clases de Expresión Oral y a todos esos Vicens...
—Vinson —le dije. Se había equivocado de nombre, pero no debí
interrumpirle.
—Bueno, lo mismo da. Una vez que los dejes atrás, comenzarás a
acercarte —si ése es tu deseo y tu esperanza— a un tipo de conocimiento muy querido de tu corazón. Entre otras cosas, verás que no eres la primera persona a quien la conducta humana ha confundido, asustado, y hasta asqueado. Te alegrará y te animará saber que no estás solo en ese sentido.
Son muchos los hombres que han sufrido moral y espiritualmente del mismo modo que tú. Felizmente, algunos de ellos han dejado constancia de su sufrimiento. Y de ellos aprenderás si lo deseas. Del mismo modo que alguien aprenderá algún día de ti si sabes dejar una huella. Se trata de un hermoso intercambio que no tiene nada que ver con la educación. Es historia. Es poesía.
Se detuvo y dio un largo sorbo a su bebida. Luego volvió a la carga. ¡Jo!
¡Se había disparado! No traté de pararle ni nada.
—Con esto no quiero decir que sólo los hombres cultivados puedan hacer una contribución significativa a la historia de la humanidad. No es así. Lo que sí afirmo, es que si esos hombres cultos tienen además genio creador, lo que desgraciadamente se da en muy pocos casos, dejan una huella mucho más profunda que los que poseen simplemente un talento innato. Tienden a expresarse con mayor claridad y a llevar su línea de pensamiento hasta las últimas consecuencias. Y lo que es más importante, el noventa por ciento de las veces tienen mayor humildad que el hombre no cultivado. ¿Me entiendes lo que quiero decir?
—Sí, señor.
Permaneció un largo rato en silencio. No sé si les habrá pasado alguna vez, pero es muy difícil estar esperando a que alguien termine de pensar y diga algo. Dificilísimo. Hice esfuerzos por no bostezar. No es que estuviera aburrido —no lo estaba—, pero de repente me había entrado un sueño tremendo.
—La educación académica te proporcionará algo más. Si la sigues con constancia, al cabo de un tiempo comenzará a darte una idea de la medida de tu inteligencia. De qué puede abarcar y qué no puede abarcar. Poco a poco comenzarás a discernir qué tipo de pensamiento halla cabida más cómodamente en tu mente. Y con ello ahorrarás tiempo porque ya no tratarás de adoptar ideas que no te van, o que no se avienen a tu inteligencia.
Sabrás cuáles son exactamente tus medidas intelectuales y vestirás a tu mente de acuerdo con ellas.
De pronto, sin previo aviso, bostecé. Sé que fue una grosería, pero no pude evitarlo.


-S.D. Salinger.


miércoles, 15 de septiembre de 2010

Testamento.

No a la transmigración en otra especie.
No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.
No a que me absorba cualquier divinidad.

No a un más allá, ni aun siendo el paraíso
reservado a islamitas, con beldades
que un libro garantiza siempre vírgenes.

Porque esos son los juegos para ingenuos
en que mi agnosticismo nunca apuesta.
Mi envite es al no ser. A lo seguro.

Rechaza otro existir, tras consumida
mi ración de este guiso indigerible.
Otra vez, no. Una vez ya es demasiado.


-José María Fonollosa

martes, 17 de agosto de 2010

La escuela y el Estado.

"Tenemos el consuelo de que en los realmente geniales casi siempre las heridas cicatrizan y de ellos salen personas que, a pesar de la escuela, crean sus obras, y más tarde, ya fallecidos y envueltos en la grata aureola de la lejanía, son propuestos a otras generaciones, por sus maestros de escuela, como figuras espléndidas y nobles ejemplos. Y así se repite de escuela a escuela el espectáculo de la lucha entre la ley y el espíritu, y vemos una y otra vez al Estado y a la escuela esforzarse en herir de raíz, año tras año, a los pocos espíritus profundos y selectos que van emergiendo. Y siempre son principalmente los odiados por los maestros, los a menudo castigados, escapados, expulsados, quienes vienen a enriquecer luego el tesoro de nuestro pueblo. Pero más de uno -¿quién sabe cuántos?- se consume en sorda porfía y se pierde."

-Hermann Hesse.

domingo, 15 de agosto de 2010

El existencialismo es un humanismo.

" El existencialismo ateo que yo represento (...) declara que, si Dios no existe, hay por lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre o, como dice Heidegger, la realidad humana. ¿Qué significa aquí que la existencia precede a la esencia? Significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que después se define. El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho. Así pues, no hay naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla. El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia la existencia. El hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Éste es el primer principio del existencialismo. Es también lo que se llama la subjetividad, que se nos echa en cara bajo ese nombre. Pero ¿qué queremos decir con esto, sino que el hombre tiene una dignidad mayor que la piedra o la mesa? Pues queremos decir que el hombre empieza por existir, es decir, que empieza por ser algo que se lanza hacia un porvenir, y que es consciente de proyectarse hacia el porvenir. El hombre es ante todo un proyecto, que se vive subjetivamente, en lugar de ser un musgo, una podredumbre o una coliflor; nada existe previamente a este proyecto; nada hay en el cielo inteligible, y el hombre será, ante todo, lo que habrá proyectado ser. No lo que querrá ser. Pues lo que entendemos ordinariamente por querer es una decisión consciente, que para la mayoría de nosotros es posterior a lo que el hombre ha hecho de sí mismo. Yo puedo querer adherirme a un partido, escribir un libro, casarme; todo esto no es más que la manifestación de una elección más original, más espontánea de lo que se llama voluntad. Pero si verdaderamente la existencia precede a la esencia, el hombre es responsable de lo que es; yo opino que es real el motivo o causa del ser."

-Jean-Paul Sartre.

jueves, 12 de agosto de 2010

Peligro.

“La verdadera tarea política, en una sociedad como la nuestra, me parece que es criticar el juego de las instituciones aparentemente neutras e independientes… En primer lugar porque el poder político cala mucho más hondo de lo que sospechamos: el poder cuenta con centros y puntos de apoyo invisibles, poco conocidos; su verdadera resistencia, su verdadera solidez se encuentran quizás allí donde no se piensa. Quizás no basta con decir que, tras los gobiernos, tras el aparato de Estado se encuentra la clase dominante; es preciso situar los puntos de actividad, los lugares y las formas bajo los cuales se ejerce esta dominación… Si no se es capaz de reconocer estos puntos de apoyo del poder de clase se corre el riesgo de permitirles que continúen existiendo y de ver cómo se reconstituye ese poder de clase tras un proceso aparentemente revolucionario.”

-Michel Foucault

Encuesta: "¿Participas en algún movimiento político-social?"

Sí, estoy afiliado a un sindicato.
3 (21%)
Sí, pertenezco a un partido político.
2 (14%)
Sí, actúo en algún Grupo Libertario//Afinidad.
4 (28%)
Sí, pero en ninguno de los anteriores.
3 (21%)
No, pero me gustaría hacerlo.
2 (14%)
No, ni tengo interés.
2 (14%)

Me ha gustado el resultado de esta encuesta. Ha habido mucha más participación que en la anterior, y además, una clara diversidad de opiniones. Es curioso, creí que la última opción nadie la elegiría. ¡Me gusta!


-Por cierto, no soy una persona constante. Puede que actualice este blog cada día, o una vez cada dos meses.

miércoles, 28 de julio de 2010

LOS HOMBRES VIEJOS

I
Nacen puestos de gafas, y una piel de levita,
y una perilla obscena de culo de bellota,
y calvos, y caducos. Y nunca se les quita
la joroba que dentro del alma les explota.

Pedos con barbacana, ceremoniosos pedos,
de su senil niñez de polvo enlevitado,
pasan a la edad plena con polvo entre los dedos,
sonando a sepultura y oliendo a antepasado.

Parecen candeleros infelices, escobas
desplumadas, retiesas, con toga, con bonete:
una congregación de gallardas jorobas
con callos y verrugas al borde del retrete.

Con callos y verrugas, y coles y misales,
la dignidad del asno se rebela en la enjalma,
mirando estos cochinos tan espirituales
con callos y verrugas en la extensión del alma.

Alma verrugicida, callicida la vuestra.
Habéis nacido tiesos como los monigotes,
y vivís de puntillas, levantando la diestra
para cornamentar la voz y los bigotes.

Saludáis con el ano, no arrugáis nunca el traje,
disimuláis los cuernos con laureles de lata.
No paráis en la tierra, siempre vais de viaje
por un país de luna maquinal, mentecata.

Nacéis inventariados, morís previa promesa
de que seréis cubiertos de estatuas y coronas.
Vais como procesados por el sol, que procesa
aquello que señala delito en las personas.

Os alimenta el aire sangriento de un juzgado,
de un presidio siniestro de abogados y jueces.
Y concedéis los pedos por audiencia de un lado,
mientras del otro lado jodéis, meáis a veces.

Herís, crucificáis con ojos compasivos,
cadáveres de todas las horas y los días:
autos de poca fe, pasto de los archivos,
habláis desde los púlpitos de muchas tonterías.

Nunca tenga que ver yo con estos doctores,
estas enciclopedias ahumadas, aplastantes.
Nunca de estos filósofos me ataquen los humores,
porque sus agudezas me resultan laxantes.

Porque se ponen huecos igual que las gallinas
para eructar sandeces creyéndose profundos:
porque para pensar entran en las letrinas,
en abismos rellenos de folios moribundos.

Sentenciosas tinajas vacías, pero hinchadas,
se repliegan sus frentes igual que acordeones,
y ascienden y descienden, tortugas preocupadas,
y el corazón les late por no sé qué rincones.

No se han hecho para estos boñigos los barbechos,
no se han hecho para estos gusanos las manzanas.
Sólo hay chocolateras y sillones deshechos
para estas incoherencias reumáticas y canas.

Retretes de elegancia, cagan correctamente:
hijos de puta ansiosos de politiquerías,
publicidad y bombo, se corrigen la frente
y preparan el gesto de las fotografías.

Temblad, hijos de puta, por vuestra puta suerte,
que unos soldados de alma patética deciden:
ellos son los que tratan la verdadera muerte,
ellos la verdadera, la ruda vida piden.

La vida es otra cosa, sucios señores míos,
más clara, menos turbia de folios, de oficinas.
Nadan radiantemente sus cuerpos en los ríos
y no usan esa cara de múltiples esquinas.

Nunca fuisteis muchachos, y queréis que persista
un mundo aparatoso de cartón estirado,
por donde el cartón vaya paticojo y turista,
rey entre maniquíes de pulso congelado.

Venís de la Edad Media donde no habéis nacido,
porque no sois del tiempo presente ni el ausente.
Os mata una verdad en el caduco nido:
la que impone la vida del siempre adolescente.

Yo soy viejo: tan viejo, que el primer hombre late
dentro de mis vividos y veintisiete años,
porque combato al tiempo y el tiempo me combate.
A vosotros, vencidos, os trata como a extraños.

II

Trapos, calcomanías, defunciones, objetos,
muladares de todo, tinajas, oquedades,
lápidas, catafalcos, legajos, mamotretos,
inscripciones, sudarios, menudencias, ruindades.

Polvo, palabrería, carcoma y escritura,
cornisas; orinales que quieren ser severos,
y se llevan la barba de goma a la cintura,
y duermen rodeados de siglos y sombreros.

Vilmente descosidos, pálidos de avaricia,
lo que más les preocupa de todo es el bolsillo.
Gotosos, desastrosos, malvados, la injusticia
se viste de acta en ellos con papel amarillo.

Los veréis adheridos a varios ministerios,
a varias oficinas por el ocio amuebladas.
Con el sexo en la boca canosa, van muy serios,
trucosos, maniobreros, persiguiendo embajadas.

Los veréis sumergidos entre trastos y coños
internacionalmente pagados, conocidos:
pasear por Ginebra los cojones bisoños
con cara de inventores mortalmente aburridos.

Son los que recomiendan y los recomendados.
La recomendación es un procedimiento.
Por recomendación agonizan sentados
donde la muerte cómoda pone su ayuntamiento.

Cuando van a acostarse, se quitan la careta,
el disfraz cotidiano, la diaria postura.
Ante su sordidez se nubla la peseta,
se agota en su paciencia la estatua más segura.

A veces de la mala digestión de estos cuervos
que quieren imponernos su vejez, su idioma,
que quieren que seamos lenguas esclava, siervos,
dependen muchas vidas con signo de paloma.

A veces son marquesas íntimas de ambiciones,
insaciables de joyas, relumbronas de trato:
fracasadas de título, caballares de acciones,
relinchan por llevar el mundo en el zapato.

Putonas de importancia, miden bien la sonrisa
con la categoría que quien las trata encierra:
políticas jetudas, desgastan la camisa
jodiendo mientras hablan del drama de la guerra.

Se cae de viejo el mundo con tal matalotaje.
hijos de la rutina bisoja y contrahecha,
valoran a los hombres por el precio del traje,
cagan, y donde cagan colocan una fecha.

Van del hotel al banco, del hotel al paseo
con una cornamenta notable de aire insulso.
Es humillar al prójimo su más noble deseo
y el esfuerzo mayor lo hacen meando a pulso.

Hemos de destrozaros en vuestras legaciones,
en vuestros escenarios, en vuestras diplomacias.
Con ametralladoras cálidas y canciones
os ametrallaremos, prehistóricas desgracias.

Porque, sabed: llevamos mucha verdad metida
dentro del corazón, sangrando por la boca:
y os vencerá la férrea juventud de la vida,
pues para tanta fuerza tanta maldad es poca.

La juventud, motores, ímpetus a raudales,
contra vosotros, viejos exhombres, plena llueve:
mueve unánimemente sus músculos frutales,
sus máquinas de abril contra vosotros mueve.

Viejos exhombres viejos: ni viejos tan siquiera.
La vejez es un don que cederá mi frente,
y a vuestro lado es joven como la primavera.
Sois la decrepitud andante y maloliente.

Sois mis enemiguitos: los del mundo que siento
rodar sobre mi pecho más claro cada día.
Y con un soplo sólo de mi caliente aliento,
con este solo soplo dicté vuestra agonía.

-Miguel Hernández

viernes, 2 de julio de 2010

Albert Camus.

Yo, que acostumbro a enamorarme de libros y no de autores, me declaro FANÁTICA de Camus.
Los tres únicos libros que he leído de él, por el momento- "El extranjero", "El hombre rebelde" y, ahora, "La peste"- son, podría decir, mis "libros favoritos". Lo curioso es que no es lo que cuenta o lo que dice lo que me llama la atención, sino la forma que tiene de hacerlo. Es la destreza que posee para reflejar lo absurdo, el sin-sentido de la vida.
Lo considero un escritor brillante.
Hace tiempo empecé a hacer una recopilación de citas, sacadas de los tres libros que he mencionado antes y de fragmentitos que leía por internet. Hoy la he encontrado, por casualidad, y he recordado cuantísimo amo a este hombre.
Aquí la dejo, espero que os guste.
Un saludo.


-"A pesar de las ilusiones racionalistas, e incluso marxistas, toda la historia del mundo es la historia de la libertad."

-“Ellos mandan hoy... ¡porque tú obedeces!”

-“No puedo comprender lo que sería una libertad que me fuera dada por un ser superior. He perdido el sentido de la jerarquía.No puedo tener la libertad sino el concepto de prisionero o del individuo moderno en el seno del Estado. La única que conozco es la libertad de espíritu y de acción. Esta privación de esperanza y de porvenir significa un acrecentamiento en la disponibilidad del hombre”.

-"Grito que no creo en nada y que todo es absurdo, pero no puedo dudar de mi grito y necesito, al menos, creer en mi protesta".

-"Cada vez que un hombre en el mundo es encadenado, nosotros estamos encadenados a él. La libertad debe ser para todos o para nadie."

-"Fue en España donde mi generación aprendió que uno puede tener razón y ser derrotado, que la fuerza puede destruir el alma, y que a veces el coraje no obtiene recompensa." (Sobre la Guerra Civil)

-"Hay una ambición que deberían tener todos los escritores: ser testigos y gritar cada vez que se pueda y en la medida de nuestro talento, por quienes se hallan en servidumbre"

-"¿Qué es un rebelde? Un hombre que dice no."

-"No creo en Dios, me aburre."

-"La libertad no es nada más que una oportunidad para ser mejor."

-"Me rebelo, luego somos"

-"No se trata de saber si persiguiendo la justicia lograremos preservar la libertad. Se trata de saber que, sin la libertad, no realizaremos nada y perderemos a la vez la justicia futura y la belleza antigua."

-"Está la belleza y están los humillados. Por difícil que sea la empresa quisiera no ser nunca infiel ni a los segundos ni a la primera."

-"Cualquier hombre, a la vuelta de cualquier esquina, puede experimentar la sensación del absurdo, porque todo es absurdo."

-"Todas las desgracias de los hombres provienen de no hablar claro."

-"No es vergonzoso preferir la felicidad."

-"Raramente confiaremos en alguien que es mejor que nosotros."

-"Cuán duro, cuán amargo es llegar a ser hombre."

-"En estos momentos están poniendo bombas en los tranvías de Argel. Mi madre puede estar en uno de esos tranvías. Si la justicia es eso, prefiero a mi madre".

-"Sigo creyendo que este mundo no tiene un sentido superior. Pero sé que en él algo tiene sentido."

-"Vivir es lo contrario de amar"

-"Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, al fútbol se lo debo."

-"Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen".

-"Para la mayoría de los hombres la guerra es el fin de la soledad. Para mí es la soledad infinita".

-"No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio"

-"Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo."

-"Los hombres y mujeres o bien se devoran rápidamente en eso que se llama el acto del amor, o bien se crean el compromiso de una larga costumbre a dúo. Entre esos dos extremos no hay término medio. Eso tampoco es original. Aquí, como en otras partes, por falta de tiempo y de reflexión , se ve uno obligado a amar sin darse cuenta."

-Albert Camus

miércoles, 30 de junio de 2010

NO TAN ALTO.

De cuando en cuando y a lo lejos
hay que darse un baño de tumba.

Sin duda todo está muy bien
y todo está muy mal, sin duda.

Van y vienen los pasajeros,
crecen los niños y las calles,
por fin compramos la guitarra
que lloraba sola en la tienda.

Todo está bien, todo está mal.

Las copas se llenan y vuelven
naturalmente a estar vacías
y a veces en la madrugada,
se mueren misteriosamente.

Las copas y los que bebieron.

Hemos crecido tanto que ahora
no saludamos al vecino
y tantas mujeres nos aman
que no sabemos cómo hacerlo.

Qué ropas hermosas llevamos!
Y qué importantes opiniones!

Conocí a un hombre amarillo
que se creía anaranjado
y a un negro vestido de rubio.

Se ven y se ven tantas cosas.

Vi festejados los ladrones
por caballeros impecables
y esto se pasaba en inglés.
Y vi a los honrados, hambrientos,
buscando pan en la basura.

Yo sé que no me cree nadie.
Pero lo he visto con mis ojos.

Hay que darse un baño de tumba
y desde la tierra cerrada
mirar hacia arriba el orgullo.

Entonces se aprende a medir.
Se aprende a hablar, se aprende a ser.
Tal vez no seremos tan locos,
tal vez no seremos tan cuerdos.
Aprenderemos a morir.
A ser barro, a no tener ojos.
A ser apellido olvidado.

Hay unos poetas tan grandes
que no caben en una puerta
y unos negociantes veloces
que no recuerdan la pobreza.
Hay mujeres que no entrarán
por el ojo de una cebolla
y hay tantas cosas, tantas cosas,
y así son, y así no seran.

Si quieren no me crean nada.

Sólo quise enseñarles algo.

Yo soy profesor de la vida,
vago estudiante de la muerte
y si lo que sé no les sirve
no he dicho nada, sino todo.

-Pablo Neruda.

domingo, 27 de junio de 2010

¡QUÉMAME, QUE NO PUEDO VIVIR SIN SER SINCERO!

Leeré mi futuro:

Hambre, sueño, desamor, cansancio,
viaje, deseo, candor, espacio,
tú.

Lo he leído sin leerte;
leyéndome sé que mis palabras serán las tuyas,
y no será un solo libro
el que me diga que me faltas.

Lo sé.

¿Lo sabrás tú?

-Felipe Alejandro M.J.
http://felipe-alejandro.blogspot.com/


viernes, 25 de junio de 2010

¡He aquí el gobierno!

Ser gobernado es ser vigilado, inspeccionado, espiado, dirigido, legislado, reglamentado, encasillado, adoctrinado, sermoneado, fiscalizado, estimado, apreciado, censurado, mandado por seres que no tienen ni título, ni ciencia, ni la virtud.

Ser gobernado significa, con motivo de cada operación, en cada transacción, ser anotado, registrado, censado, tarifado, timbrado, tallado, cotizado, patentado, licenciado, autorizado, apostillado, amonestado, contenido, reformado, enmendado y detenido.

Es, bajo el pretexto de utilidad pública y en nombre del interés general, ser expuesto a contribución, ejercido, desollado, explotado, monopolizado, depredado, mistificado, robado; luego, al menor movimiento de resistencia, a la menor palabra de protesta, reprimido, multado, vilipendiado, vejado, acosado, maltratado, aporreado, desarmado, agarrotao, encarcelado, fusilado, ametrallado, juzgado, condenado, deportado, sacrificado, vendido, traicionado y para colmo, burlado, ridiculizado, ultrajado y deshonrado.

¡He aquí el gobierno, he aquí su moralidad, he aquí su justicia!

-J.P.Proudhon

Encuesta: "¿Qué prefieres leer AQUÍ?"

A pesar de la poca participación, han sido votadas todas las alternativas que propuse. Los resultados han sido los siguientes:

Filosofía
3 (60%)
Política-sociedad
4 (80%)
Enajenaciones
1 (20%)
Biografías
1 (20%)
Cualquier otra cosa
1 (20%)

La propuesta ganadora ha sido, como era de esperar, "Política-sociedad". Cosa que se ha visto reflejada, además de en la encuesta, en las entradas que he ido subiendo: la participación de la gente ha sido mucho más notable en los temas de esta índole, y eso es interesante porque a la hora de formular otra encuesta me será mucho más fácil qué preguntar.

Muchas gracias por vuestra implicación.

miércoles, 23 de junio de 2010

Es posible que se quiebre ese círculo.

Nuestras clases dominantes
han procurado siempre
que los trabajadores
no tengan historia, no tengan doctrina,
no tengan héroes y mártires.
Cada lucha debe empezar de nuevo,
separada de las luchas anteriores:
la experiencia colectiva se pierde,
las lecciones se olvidan.
La historia parece así
como propiedad privada
cuyos dueños son los dueños
de todas las otras cosas.
Esta vez es posible que se
quiebre ese círculo.

-Rodolfo Walsh

martes, 22 de junio de 2010

Robadnos y llamadlo economía nacional.

Quitadnos nuestras casas y llamadlo planificación regional.

Humilladnos y llamadlo asistencia social.

Volvednos locos y llamadlo higiene mental.

Envenenadnos y llamadlo conservación del medio ambiente.

Adormecednos y llamadlo ideología de consumo.

Lanzadnos al paro y llamadlo reconversión.

Confundidnos y llamadlo publicidad.

Vended nuestros cuerpos y llamadlo libertad sexual.

Engañadnos y llamadlo política de rentas.

Cosificadnos y llamadlo nivel de vida.

Escarneced nuestro trabajo y llamadlo jubilación anticipada.

Mentidnos y llamadlo libertad de expresión.

Tiranizadnos y llamadlo democracia.

-Claes Andersson.

domingo, 20 de junio de 2010

Citas Moby Dick.

·Un hombre sin fe que alzaba desesperadamente la esperanza en medio de la desesperación.

·Porque así como son muy pocas las cosas exteriores que nos fuerzan, las necesidades más íntimas de nuestro ser nos impulsan sin cesar.

·Toda belleza es angustiosa para mí, puesto que no puedo gozarla.

·¡Esa feroz locura que sólo se calma para comprenderse a sí misma!

·Una carcajada es la respuesta más sabia y natural para todo lo que es extraño.

·Como si su pecho hubiera sido un mortero, en él hacía estallar la bomba de su ardiente corazón.

·Su cuerpo herido y su alma sangrante se fundieron y lo enloquecieron.

·La locura humana suele ser una cosa astuta, felina. Cuando se cree desaparecida, quizá no ha hecho más que transfigurarse en alguna forma aún más sutil.

·Y sin bien en muchos de sus aspectos este mundo visible parece hecho en el amor, las esferas invisibles fueron creadas en el terror.

·Me había sobrevivido a mí mismo; mi muerte y mi entierro estaban encerrados en mi baúl.

-Herman Melville

¡Cuánto me gustó este libro! ¡Y cuánto me hubiera gustado escribirlo!. Es, en mi opinión, la construcción narrativa más IMPECABLE de la historia. Es el paradigma novelístico de lo sublime, indiscutiblemente una obra maestra de la literatura universal.
Releyéndolo, con aún más tranquilidad que la primera vez (pues es uno de los libros a los que más tiempo he dedicado), me he propuesto hacer una recopilación de fragmentos y citas, de las cuales estas son las que, por el momento, he podido sacar en claro. Conforme vaya avanzando en mi lectura y, sobretodo, en mi comprensión total, iré subiendo algunas más. Sin prisa, que aún me quedan muchas cosas nuevas por leer.

sábado, 19 de junio de 2010

Los Nadie.

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadie con salir
de pobres,
que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a
cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los
nadie la llamen,
aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie
derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadie: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadie: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre,
muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la
prensa local.
Los nadie, que cuestan menos que la bala que los mata.

-Eduardo Galeano

miércoles, 16 de junio de 2010

Sobre la fotografía.

Cada vez que usan las palabras “arte” o “artista” con relación a mis trabajos fotográficos, noto una sensación desagradable, debida sin duda al mal empleo que se hace de tales términos. Me considero una fotógrafa, nada más. Si mis fotografías se diferencian de las que generalmente se hacen, se debe a que no trato de producir arte, sino fotografías honestas, sin recurrir a trucos ni artificios; mientras la mayoría de los fotógrafos continúan buscando “efectos artísticos” o la imitación de otras expresiones plásticas. Lo cual produce un efecto híbrido, que no permite distinguir en la obra su característica más significativa: su calidad fotográfica.
Se ha discutido mucho en los últimos años si la fotografía debe ser considerada obra artística digna de compararse con las artes plásticas. Existen divergencias entre aquellos que la consideran un medio de expresión como los demás y los miopes que miran este siglo XX con los ojos del XVII; siendo incapaces de distinguir los aspectos más importantes de nuestra civilización tecnológica. Pero a los que usamos la cámara como instrumento del oficio, como un pintor utiliza sus pinceles, no nos interesan las opiniones contrarias, porque gozamos de la aprobación de cuantos reconocen las múltiples funciones de la fotografía y su directa elocuencia para fijar y registrar la época actual.
Por eso no es indispensable saber si la fotografía es un arte o no. Lo que cuenta es distinguir entre buena y mala fotografía. Buena es la que acepta los límites de la técnica fotográfica y aprovecha las posibilidades y características que el medio ofrece. Mala es aquella fotografía realizada con complejo de inferioridad, no reconociendo el valor específico del medio y recurriendo a todo tipo de imitaciones. Estas obras dan la impresión de que el autor casi tiene vergüenza de fotografiar la realidad, e intenta ocultar la esencia fotográfica de la obra sobreponiendo trucos y falsificaciones.
La fotografía, porque sólo puede ser realizada desde el presente, y sobre lo que existe objetivamente delante de la cámara, se afirma como el medio más incisivo para registrar la vida real en cada una de sus manifestaciones. De ahí su valor documental.
Si a esto añadimos sensibilidad y conocimiento de los temas, junto a una idea clara del lugar que ocupa en el desarrollo histórico, el resultado será digno, creo, de ocupar un sitio en la producción social, a la que todos debemos contribuir.



-Tina Modotti

martes, 15 de junio de 2010

Un mundo sin novelas.

Una sociedad democrática y libre necesita ciudadanos responsables y críticos, conscientes de la necesidad de someter continuamente a examen el mundo en que vivimos para tratar de acercarlo —empresa siempre quimérica— a aquel en que quisiéramos vivir; pero, gracias a su terquedad en alcanzar aquel sueño inalcanzable —casar la realidad con losdeseos— ha nacido y avanzado la civilización, y llevado al ser humano a derrotar a muchos —no a todos, por supuesto— demonios que lo avasallaban. Y no existe mejor fermento de insatisfacción frente a lo existente que la buena literatura. Para formar ciudadanos críticos e independientes, difíciles de manipular, en permanente movilización espiritual y con una imaginación siempre en ascuas, nada como las buenas novelas.



(...)La buena literatura, a la vez que apacigua momentáneamente la insatisfacción humana, la incrementa, y, desarrollando una sensibilidad inconformista ante la vida, hace a los seres humanos más aptos para la infelicidad. Vivir insatisfecho, en pugna contra la existencia, es empeñarse en buscar tres pies al gato sabiendo que tiene cuatro, condenarse, en cierta forma, a librar esas batallas que libraba el coronel Aureliano Buendía, de Cien años de soledad, sabiendo que las perdería todas. Esto es probablemente cierto; pero también lo es que, sin la insatisfacción y la rebeldía contra la mediocridad y la sordidez de la vida, los seres humanos viviríamos todavía en un estado primitivo, la historia se hubiera estancado, no habría nacido el individuo, ni la ciencia ni la tecnología hubieran despegado, ni los derechos humanos serían reconocidos, ni la libertad existiría, pues todos ellos son criaturas nacidas a partir de actos de insumisión contra una vida percibida como insuficiente e intolerable. Para este espíritu que desacata la vida tal como es, y busca, con la insensatez de un Alonso Quijano (cuya locura, recordemos, nació de leer novelas de caballerías), materializar el sueño, lo imposible, la literatura ha servido de formidable combustible.


-Mario Vargas Llosa.


(Este texto sólo habla, obviamente, de la sociedad de ocio y consumo en la que vivimos, ergo, es inaplicable a los dos tercios restantes del globo. No suelen gustarme los autores con una visión tan "optimista" de la realidad, pero la forma de expresarse de éste me parece admirable, especial.)

lunes, 14 de junio de 2010

Individualismo.

El individuo critica a la sociedad, pero la sociedad ha producido al individuo. Esta contrariedad -porque no se puede llamar contradicción- causa muchísimos conflictos. La sociedad o esas personas convencionalmente dominantes que hablan en su nombre piensan que el individuo existe sólo para servirla. Pero ¡qué cosa tan monstruosa es sacrificar todas las partes vivientes para que el nominal todo mecánico pueda continuar su ciega carrera!

-Dominios y poderes. G.Santayana.


(Este fragmento es de George Santayana, y NO de Fernando Savater. Hago esta pequeña puntualización, porque al buscarlo en el navegador -para no tener que escribir el fragmento entero- aparece como "Fernando Savater, Política para Amador", lo que induce directamente al error y la perplejidad).

Aclaración.

A pesar del claro contenido político-social del margen derecho y la cabecera, no pretendo crear un blog que reúna exclusivamente literatura libertaria o antifascista. Mi intención, más bien, es hacer una pequeña colección de fragmentos, de todo tipo, que me hayan llamado la atención.
Puede que esto vaya evolucionando y acabe por escribir, incluso, tonterías de cosecha propia, pero intentaré no estropear el proyecto, por lo menos al empezar.
¡Ah! He puesto el contador de visitas partiendo de 100, porque me parecía funesto verlo en 0. Espero, no moleste mi deshonestidad.
Saludos libertarios.

Vivi.