domingo, 24 de octubre de 2010

La mujer ROTA

Es quizá durante esos instantes, cuando lo veo alejarse, en los que él para mí existe con la más trastornadora evidencia; la alta silueta se empequeñece, dibujando a cada paso el camino de su regreso; desaparece, la calle parece vacía pero en realidad se trata de un campo de fuerzas que lo conducirá otra vez hacia mí como a su sitio natural; esta certidumbre me conmueve aún más que su presencia.

"La tristeza, uno puede llorarla. Pero la impaciencia de la alegría no es fácil de conjurar".
-Simone De Beauvoir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario